Ceremonia coreana del té

En Corea, durante más de mil años, el té ha sido más que una simple bebida. Conocido como Darye, el té y su ritual diario han arraigado en la cultura coreana, brindando comodidad y naturalidad en su forma más sencilla.

En contraste con la trepidante sociedad coreana, donde la tranquilidad y la armonía son cada vez más buscadas, las ceremonias del té han resurgido como una ruta de escape, formando parte del arte coreano intangible y continuando su larga tradición.

El Darye, también conocido como Cha-rye, es un antiguo ritual que simboliza la hospitalidad, el respeto y la armonía entre los participantes. Esta ceremonia se lleva a cabo en ocasiones especiales, como bodas, cumpleaños y festivales, pero también en encuentros informales entre amigos y familiares.

La historia

El té fue introducido en Corea durante el reinado de la Reina Seondeok en el siglo VII, durante la dinastía Silla. Los monjes budistas lo propagaron realizando ofrendas a Buda. Con el tiempo, se crearon diversas recetas de té coreano utilizando diferentes ingredientes y enriqueciendo la tradición.

Inicialmente reservado para la nobleza, el té coreano finalmente se extendió a la población en general. La gente del pueblo adoptó las ceremonias del té, convirtiéndolo en un elemento central de sus reuniones. Con el paso de los años, los ingredientes y las técnicas de preparación se adaptaron y evolucionaron.

El Darye

Durante la ceremonia del té, los participantes siguen meticulosos pasos que incluyen la preparación, la presentación y el consumo del té. El objetivo es disfrutar de la experiencia sensorial y apreciar la estética, el aroma y el sabor del té. Teniendo presente que en la cultura coreana, el té se considera un medio para alcanzar la tranquilidad mental y la conexión con la naturaleza.

En esta ocasión, tuvimos el placer de acompañar con una Ceremonia Coreana la presentación de la Green Tea collection de la marca Innisfree, en el Box Art Hotel Alpino en Navacerrada.

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