Catacata surge en 2015 fruto de la vivencia Zen compartida entre Jon Iglesias, un virtuoso del Shibari, y mi pasión por el té -muy especialmente por el Chado (El camino del té )-.

Te invitamos a nuestro viaje, un mundo de experiencias en torno al té: Catas de té, maridajes, Ceremonias y  rituales. Una oportunidad de aprendizaje y deleite para disfrutar sol@ o en compañía.

Todo este tiempo nos hemos ido nutriendo, fusionando bienestar y consciencia. Ahora el nuevo paso es  avanzar en el camino del equilibrio interior, desde nuestro espacio zen, Sukiya en Madrid, donde: descubrimiento, belleza y elegancia (Arte del Dharma) van de la mano.

Jon Iglesias

De origen vasco, su temprano interés por las cuerdas le conectan con el mundo del shibari y de ahí enlaza con el zen. Artista autodidacta que adapta y crea nuevas posibilidades del kinbaku (inspirado en la tradición de Seiu Ito), sus cordajes fusionan tradición y modernidad. Fotógrafo,  diseñador y virtuoso artesano de la madera, autor de nuestro hermoso y delicado panel de puertas shoji.

Helena Morán

Me recuerdo desde siempre atraída por el arte. Pronto vinieron los mitos y su trascendencia simbólica. Arte y sentir se enriquecieron, tomando consciencia de la necesidad de entender y situar las emociones. Surgió mitoART.

La mitología me hizo apreciar los rituales y tomar consciencia de su presencia en lo cotidiano. Desde mucho antes, el té ya formaba parte. Mediante los lenguajes creativos fue un reto darle visibilidad construyendo experiencias. Nació Catacata.

Paso a paso, los viajes fueron una oportunidad para adentrarme en Oriente. Las estancias en India, y en particular en Japón  me permitieron tocar tierra, conocer de primera mano el procesado del té, y acercarme a la sabiduría de los maestros.

Mi percepción se afinó al sumergirme en El Chado o Camino del Té, un recorrido que cultiva la armonía, la reverencia, la pureza, la calma, y  halla su coherencia en el concepto de arte para los nipones, esa experiencia que atesoramos cuando participamos de una actividad en presencia plena, hecha desde un alto nivel de cuidado y entrega hacia el otro.