Hubei. China
Hace unos días estuve visitando un tiendita en el corazón de Madrid, en Malasaña: Spicy Yuli. Acogedora, agradable, aromática… Cómo su dueña, que me habló de su reciente viaje a China y de todos los tés que últimamente habían inundado su vida. Es un placer encontrarte con personas que hacen de su pasión su profesión, y viceversa… y si esa pasión es coincidente, es aún más gratificante, porque se convierte en algo compartido y exponencial.
Yuli me obsequió con un té de la china, de la compañía Chang Sheng Chuan, lo llaman: «Hey tea», es un nombre que si lo hubiera encontrado tal cual en el mercado, dudo que me hubiera atraído, pero dado de que venía de quien venía me lancé a probarlo con mucha curiosidad.
No soy muy amante de los «darks teas» chinos, aunque los respeto mucho, son ricos en polifenoles y polisacáridos, y promueven la desintoxicación y la digestión. Este Changshengchuan se presentaba en hebras sueltas, sin moldeo por compresión, y venía embolsado en fibra vegetal transparente.
Me extrañó la recomendación de infusionado: a alta temperatura (sugerían: agua recién hervida), y el tiempo de infusionado (2m.) . Yo decidí aplicar sus criterios, los míos, y contrastar. Al final, se trata de tener en cuenta unos parámetros básicos y escuchar al propio paladar.
El licor, de un ámbar acentuado sin llegar a rojizo, con una ligera astringencia, tenía un toque a madera y frutos secos. De hoja troceada y oscura con una intensidad entre los pu her y los black, sin llegar a la terrosidad de los primeros y quedándose en la estabilidad de los segundos, un té oxidado chino no es habitual. Me resultó llamativo que se le conociera como «el tesoro de la ruta del té».
Temperatura: 90- 95ºC
Tiempo de infusionado: 2 m- 3m
Cantidad de té: 1 cucharadita
Nivel de teína: máximo
Perfecto para: después de comer.




