En la rica tradición China del té, las mascotas tienen un papel especial. Su origen se encuentra en antiguas leyendas y creencias que han perdurado a lo largo del tiempo. Estas criaturas, aportan su propio simbolismo y significado a la experiencia del té, enriqueciendo la práctica y fortaleciendo la conexión entre el ser humano y la naturaleza. Existen miles de mascotas y animalitos que se pueden incorporar a tu bandeja de té, la elección dependerá de tu inspiración, tu energía y posiblemente también, tu momento.
Cada mesa de té es un ejercicio personal de estética y preferencias personales; tanto las piezas de porcelana o cerámica como la elección de las mascotas, es algo único y especial. En este momento, mis dos mascotas fetiche son: la rana y el gato, cada una con su propio significado y simbolismo en la experiencia del té. Son criaturas veneradas a lo largo de los siglos por su conexión con la buena fortuna, la serenidad y la armonía, elementos fundamentales en la práctica del té chino.
La rana en la cultura del té
En la cultura china, la rana es un símbolo de prosperidad y buena suerte. Su presencia está estrechamente relacionada con la leyenda de Tie guan yin, en Anxi, donde un monje descubrió este té alrededor de una cueva habitada por ranas. Desde entonces, la rana se ha asociado con la pureza y la salud, y su presencia cerca de las plantaciones de té se considera un augurio de cosecha exitosa y de calidad. En la práctica del té chino, la rana también representa la conexión con la naturaleza y la importancia de preservar un entorno puro y saludable para cultivar y disfrutar del té.
El gato en la cultura del té
En contraposición a la rana, el gato simboliza la serenidad y la calma en la cultura china. El “Gato de la Suerte”, o “Maneki-neko”, es una figura popular que se cree que atrae la buena fortuna y la prosperidad. En el contexto teista, tener un gato cerca mientras se disfruta de una taza de té se considera auspicioso y se cree que promueve una experiencia tranquila y relajante. El gato representa la búsqueda de la armonía interior y la conexión con el momento presente, elementos esenciales para una práctica meditativa y contemplativa del té.
Además del simbolismo y significado profundo que aportan cada rana y cada gato, y de su cercanía al juego y a la alegría, son criaturas que enriquecen nuestra experiencia del té invitándonos a reflexionar sobre la relación entre el ser humano y la naturaleza.
Más sobre mascotas chinas del té.