Hace unos meses me hicieron un regalo que no solo me sorprendió, sino que me «tocó» profundamente. Me trajeron un Shu Pu-erh de la región de Banzhang, una torta de 357 gramos galardonada con el Premio de Oro en la Exposición Internacional del Té de Shanghái 2021. Un té madurado, oscuro, envolvente… pero sobre todo, un símbolo de aprecio que me hizo sentir muy bien. Que alguien piense en ti con esa precisión, sabiendo que un té así no es solo una bebida, sino un viaje sensorial y emocional, es un gesto que merece ser compartido.
Un linaje dorado entre montañas
Este Pu-erh proviene de la mítica región de Banzhang, en la provincia de Yunnan, famosa por producir algunos de los tés más valorados del mundo. Pero lo que lo hace aún más especial es su variedad Jinya (“brotes dorados”), compuesta principalmente por hojas jóvenes cubiertas de finos pelillos dorados, cargadas de sabor y nutrientes. Esta torta en particular ha sido elaborada con una maestría que no pasa desapercibida: ganó el «Gold Award» en la Shanghai Tea Expo 2021, una distinción que solo alcanzan tés con un alto equilibrio entre tradición, técnica y carácter.
Lo que me cautiva de este té no es solo su currículum, sino su capacidad para condensar la esencia de la tierra que lo vio nacer. Cada hoja ha pasado por un proceso de fermentación controlada que le otorga ese carácter terroso, cálido, casi ancestral. No es un té para beber con prisa. Es un té para detener el tiempo.
Cuerpo oscuro, alma profunda
Desde que abres la envoltura se percibe que estás ante algo distinto. El aroma seco evoca madera vieja, tierra húmeda y una nota dulce que recuerda al dátil. Al infusionarlo, el licor resultante es de un rojo profundo, casi caoba, y el primer sorbo te envuelve como una manta caliente: meloso, terroso, con notas de cacao, corteza, uva pasa y un toque sutil de cuero envejecido.
Lo sorprendente es la textura: suave, redonda, como si cada molécula de agua estuviera «afinada». El retrogusto es largo y envolvente, y lo mejor de todo es que este té se puede reinfusionar varias veces sin perder su fuerza. Cada taza es una capa distinta del mismo poema.
El regalo original que sigue evolucionando
Este Shu Pu-erh de Banzhang no es solo un té, es una obra en evolución. Mientras más tiempo pase, mejor se pondrá. Por eso, cuando forma parte de un delicado Gongfu Cha resulta el regalo original ideal para quienes saben apreciar los rituales lentos, los sabores complejos y los detalles con alma.
En Catacata somos conscientes que algunos tés se beben y otros se recuerdan. Éste es de los que se recuerdan. Si alguna vez quieres ofrecer algo que hable por ti, que tenga peso, historia y belleza, con esto acertarás. Porque no solo estás regalando té: estás regalando tiempo, calma y un trozo vivo de cultura.







