Recientemente hablamos de la teína y la cafeína.
Pues bien, ahora te vamos explicar cómo controlarla en la medida de nuestras posibilidades:
La teína de cada té
En términos generales, cada tipo de té tiene un nivel de teína, para que te hagas una idea:
Taza de café |
140 ml |
40-170 mg de cafeína. |
Taza de café descafeinado |
140 ml |
2 mg de cafeína. |
Lata de Coca cola |
330 ml |
30-60 mg de cafeína. |
Taza de té blanco/ te verde |
220 ml |
15-30 mg de teína. |
Taza de té oolong |
220 ml |
16-50 mg de teína. |
Taza de té negro/rojo pu-erh |
220 ml |
20-50 mg de teína (dependiendo del origen) |
Presentación de las hojas
Las hojas rotas, las típicas bolsitas de supermercado, aparte de ser de inferior calidad, disuelven más teína que las hojas de té enteras.
La influencia de la temperatura
La temperatura a la que preparamos nuestro té, sea del tipo que sea, influye en la teína que se libera. Si preparas el té a una temperatura alta, el contenido en teína será mayor, por eso los tés japoneses suelen ser los que menos teína tienen, pues se preparan a una temperatura muy baja, por debajo incluso del blanco.
Por otro lado, cuanto más caliente esté el té al beberlo más rebajaran las catequinas la actividad de la teína atenuando su actividad. Así que si queremos reducir la teína se trataría de cuidar el equilibrio entre la preparación no muy caliente, bebiéndolo lo más caliente posible.
La disolución de la teína
Puedes desteínarlo tú misma. Cuando preparamos un té, la teína es el componente que antes se disuelve en el agua, por lo que podemos hacer un té de unos 30 segundos (lavarlo), y desecharlo eliminando casi el 80% de la teína, para después preparar como de costumbre nuestro té.
El momento en que tomas tu té
Cuida cuando tomas tu té, escucha a tu cuerpo y averigua cómo te afecta. Si por la mañana necesitas activarte, puedes prepararte un té negro bastante caliente. Si lo que quieres a media tarde es más calma, opta por un verde infusionado a baja temperatura.
La teína puede ser un gran aliado, haz que así sea.