Se trata de eso: literalmente comer té. Piensa que la hoja de té verde está sin oxidar, y masticarla después de haber sido infusionada va a ser una fuente de vitaminas (A y E), clorofila y fibra, además de aportar un toque exótico a tu plato. El té verde Sencha —uno de los más apreciados en Japón— es muy adecuado para ello. Se fabrica sin triturar las hojas, de manera que al infusionarlo, las hojas que nos vamos a comer se expanden de manera que podemos apreciarlas al completo.
Una opción muy interesante es preparar una taza de este té a media mañana (el Sencha de la cosecha de primavera es de muy alta calidad), ingerir una exquisita infusión rica en catequinas, teanina, cafeina, y vitamina C; apartar y cubrir las hojas húmedas y escurridas dejándolas reposar hasta que preparemos nuestra ensalada del medio día.
Ingredientes para 3 raciones:
- 16 gramos de té verde Sencha, (equivalente a 4 cucharaditas cafeteras)
- 125 gr. de brotes verdes (mezclún, canonigos, lechuga roja, rúcula, lechuga rizada…)
- 1 pepino mediano
- 9 «tomatitos» cherry medianos
- Aceite de oliva virgen
- Sal del Himalaya
- 1 cucharada sopera larga de pipas de calabaza
- 1/2 cucharadita cafetera escasa de sésamo negro
Cómo prepararla en 10-15 minutos:
- Preparar previamente el sencha, y dejar aparte las hojas que son las que utilizaremos en la ensalada
- Separar e incorporar los brotes
- Pelar y trocear en finas láminas el pepino
- Dividir los tomatitos por la mitad y añadirlos
- En un bol aparte colocar las hojas de té, a las que se les añade la sal y el aceite, remover e incorporar a la ensalada, (podemos hacer una variante añadiendo soja líquida en cuyo caso disminuiremos la sal)
- Distribuir las pipas de calabaza, remover y espolvorear con el sésamo.
- También se puede añadir un quesito mozzarela laminado, o queso fresco y tener un aporte extra de calcio y proteínas.