Para el Massala chai, conocido popularmente como CHAI, no existe una receta fija de preparación; de hecho, en la India, de dónde es originario, cada zona tienen su propia versión.
El método más sencillo consiste en poner a calentar una mezcla de leche y agua, e incorporar: especias, té negro y azúcar; dejarlo hervir un tiempo indefinido, retirar, filtrar y servir.
Hay tantas formas de prepararlo como familias. Desde los tipos de especias utilizados, las proporciones, los tiempos… Por ejemplo, se pueden hervir primero las especias (las más habituales: cardamomo, jengibre, canela, pimienta, anís estrellado), añadir más tarde el azúcar y el té, y dejarlo hervir horas y horas…
Medicina ayurvédica
Existe una leyenda que sitúa el origen del chai hace más de 5.000 años, cuando un maharajá ordenó crear una bebida a base de especias para su uso en la medicina ayurvédica. Una práctica de la medicina tradicional en la que se utilizan hierbas y especias para resolver desequilibrios e impurezas y corporales.
A medida que se extendía su fama en la curación de enfermedades, se empezó a propagar su preparación y consumo. La adición de hojas de té negro, leche y azúcar se popularizó mucho más tarde (a mediados de la década de 1800) cuando la variedad india de la planta del té (Camelia Assámica) fue descubierta, cultivada y más tarde comercializada por los británicos, responsables de la incorporación del intenso té negro. El largo tiempo de infusionado de las hojas de té hizo que los taninos soltaran todo su amargor, lo que propició la incorporación de la leche y el azúcar.