Este nuevo oolong, destaca por su baja oxidación. Proveniente de la zona montañosa del condado de Nantou, en el centro de Taiwán, a unos 1.900 metros sobre el nivel del mar. Se cultiva a una  altura en la que el aire se mantiene fresco durante todo el año, proporcionando las condiciones ideales de crecimiento para este té.

Al parecer, desde los años setenta en que se establecieron plantaciones de té en Shan Lin Xi, convirtieron esta zona en una de las principales regiones productoras de té de Taiwán, rica en  varietales.

La hoja

Ya en la presentación de este té a base de diminutas bolitas de hojas secas, verdes con toques amarillos, se percibe el  aroma a hierba dulce recién cortada mezclada con toques de flores. Más tarde, en la infusión, cuando la hoja humectada se despliega y muestra toda su amplitud, es ahí donde se aprecia lo tierna y suave que es, proporcionando un té rico en antioxidantes.

El infusionado

La primera infusión aporta notas propias del frescor de la alta montaña, con un gusto herbal muy presente. En la segunda aumenta aún más la floralidad de este oolong, ahí el licor resulta ligeramente cremoso con notas dulces en el retrogusto. El color amarillo claro cristalino es de una transparencia majestuosa.

Una tercera infusión, posible siempre en tés de buena calidad, sigue mostrando la naturaleza dulce y floral de este Shanlin Xi, incorporando ahora un curioso y sutil aroma a vegetales verdes. El retrogusto es perdurable e intenso, con una ligera nota seca que en la punta de la lengua lejanamente recuerda la astringencia de los greens chinos.

Y si te atreves a prepararlo al estilo Gong fu, sugerimos para la primera tetera una infusión corta, de unos cincuenta segundos, y una segunda un poquito más alta, cincuenta, sesenta, setenta segundos… juega con los diferentes tiempos sin exceder el minuto, experimenta con tu paladar. Descubrirás un té complejo, profundo, ideal para amanecer con suavidad por las mañanas, y cargarte de energía para toda la jornada.