Hà Giang. Vietnam
Entre los tés más exquisitos que me he permitido recientemente probar, se encuentra un té blanco de origen vietnamita, al que le han bautizado con el mágico nombre de: Té blanco de las hadas. Con semejante denominación figuraros dónde puede volar la imaginación.
El maridaje de palabras: blanco y hadas, me trajo a la memoria la historia de las vírgenes blancas, jóvenes mujeres enguantadas que en la antigua China recogían manualmente los primeros brotes de té para los emperadores, y que se me antojaban gráciles hadas orientales.
La leyenda de las hadas
Cuenta una leyenda de Hà Giang, que las hadas procedentes del cielo eran las únicas que conocían los lugares donde se cultivaba este té silvestre. Se trataba de zonas altas y ocultas en lo profundo del bosque, lugares de difícil acceso. Al parecer, cada año, cuando el emperador celestial solicitaba un licor especial para agasajar a sus invitados, las hadas descendían a la tierra y recolectaban los brotes de esta Camelia Sinensis salvaje.
Hoy día, para encontrar los árboles de té silvestres más antiguos de Hà Giang se ha de hacer una larga caminata que se convierte en un terreno de pendientes pronunciadas lleno de rocas. Se trata de una zona montañosa a unos 2.400m. sobre el nivel del mar alejada de las áreas pobladas. Pocos locales saben llegar y su acceso es un secreto escasamente compartido.
Apreciado por sus minerales y sus propiedades hidratantes, este té blanco, una especie de Silver Needle Salvaje, de brotes desiguales pardos y blanquecinos, es una exquisitez de gusto delicado y sofisticado, al tiempo que resulta fresco, con un toque dulce y suave que te hará levitar.
Temperatura: 80º
Tiempo de infusionado: 4-5 m
Cantidad de té: 2 cucharaditas
Nivel de teína: bajo
Perfecto para: tomar solo o acompañando dulces