El té blanco también conocido como Té de la Belleza, ha sido considerado como fuente de salud y belleza durante siglos. Son los más suaves y delicados. Livianos y transparentes con una gran complejidad de sabor.
Retrasa el envejecimiento
El té blanco tiene una altísima capacidad antioxidante debido a su alta concentración de polifenoles, tres veces mayor que el té verde, lo que aumenta las defensas del metabolismo y ayuda a combatir los radicales libres, neutralizando su actividad, deteniendo la oxidación celular, y actuando como barrera ante gran cantidad de enfermedades.
Producción exclusiva
Aunque puede ser plantado y procesado en otras partes del mundo, el té blanco más conocido es el procedente de China. Propio de las montañas de Fu-jian, a 6.000 metros de altitud, se produce a escala muy limitada. Son necesarios más de 90.000 brotes para obtener 250 g de té blanco. Lo hace tan especial el que solo se recogen los brotes y la primera y segunda hoja de la planta, que suelen estar recubiertas de una muy ligera capa de pelusa plateada (de ahí el nombre), creada por la misma planta para protegerse de los insectos. Su procesado es el más sencillo de todos los tés, se le deja marchitar para que se evapore la humedad natural y a continuación se seca al aire libre.
Vírgenes enguantadas en blanco
Desde la Dinastía Song (420 AC), fue reservado a los emperadores de China. Se consideraba que promovía la inmortalidad, sanaba y rejuvenecía, por lo que era considerado una especie de elixir escaso y preciado. Cualquier persona de clase inferior que intentase apropiarse de este té, podía ser condenada a muerte. Se recolecta uno o dos días al año, normalmente en primavera, justo cuando toda la energía y nutrientes de la planta se concentran en las yemas.
Algunas leyendas narran su recolección en unas condiciones un tanto particulares, hacen referencia a jóvenes vírgenes cubiertas con guantes blancos recogiendo estos primeros brotes entre mediados de marzo y mediados de abril, lo que hoy coincidiría con los días que preceden al festival Qingming.
Esta tradición también se replica en Handunugoda –Sri Lanka- donde sólo las manos enguantadas de una doncella virgen podían cortar el té de los emperadores. Cómo curiosidad, a principios del este siglo esta cosecha se vendía a 520 € el kilo con una producción ultra-limitada a 48 kilos al año.
Variedades de té blanco más conocidas:
Silver Needle/Bai Hao Yinzhen, Silver Bid Ya Bao, White Cui Min, Pai Mu Tan, Gong Mei…