Regalos originales: ceremonias y catas de té CATACATA.
El Jeju Hwangiak, es un preciado té coreano que proviene de la isla de Jeju, una joya natural de Corea del Sur conocida por su clima templado y su suelo volcánico rico en minerales. Este entorno único convierte a Jeju en un lugar privilegiado para el cultivo de té, con condiciones ideales para desarrollar hojas de alta calidad y sabores distintivos. La tradición del té en Corea tiene raíces profundas, pero el Jeju Hwangiak destaca por su producción artesanal y su respeto por las prácticas sostenibles. Este té encapsula la esencia de Jeju, fusionando la pureza de sus paisajes con siglos de herencia cultural.
El nombre “Hwangiak” hace referencia a la fragancia cálida y sutil, de campo suave o de caldito amable que caracteriza a este té, una particularidad que lo ha llevado a ser apreciado tanto local como internacionalmente. Cultivado en plantaciones cuidadosamente gestionadas, este té refleja el compromiso de los agricultores coreanos con la calidad y la preservación del medio ambiente.
Características y propiedades
El Jeju Hwangiak es un té verde de carácter refinado que destaca por su sabor limpio y equilibrado, con notas ligeramente dulces y un toque vegetal. Su perfil aromático incluye matices de castaña y flores silvestres, complementados con una textura suave que acaricia el paladar. Las hojas, de un verde vibrante, son recogidas a mano y procesadas con métodos que conservan su frescura y propiedades naturales.
En cuanto a beneficios, es rico en antioxidantes, especialmente catequinas, que ayudan a combatir los radicales libres y promueven la salud celular. Su contenido moderado de cafeína proporciona un impulso energético sin causar nerviosismo, mientras que sus compuestos naturales apoyan la digestión, refuerzan el sistema inmunológico y contribuyen al bienestar general. Además, este té es conocido por su capacidad para ayudarte a relajarte, convirtiéndose en un aliado perfecto para momentos de calma y reflexión.
Un puente entre China y Japón
El Jeju Hwangiak tiene una conexión especial con los tés verdes chinos y japoneses, funcionando como un puente cultural y sensorial entre ambos mundos. Mientras que los tés verdes chinos, como el Longjing, suelen tener un perfil tostado y notas de nuez, y los tés japoneses, como el Gyokuro, destacan por sus tonos marinos y umami, el Jeju Hwangiak se posiciona en un punto intermedio. Su proceso de producción, que a menudo incluye técnicas similares al sometido al vapor japonés, preserva el frescor de las hojas, pero su perfil aromático conserva la calidez y suavidad asociadas con los tés chinos.
Esta relación no es casual: a lo largo de los siglos, la tradición del té coreano ha sido influenciada tanto por la cultura china como por la japonesa Sin embargo, el Jeju Hwangiak mantiene una identidad única que refleja las particularidades de su tierra natal. Su sabor fresco y equilibrado, junto con su trasfondo cultural, lo convierten en un té ideal tanto para aficionados como para quienes desean explorar nuevas facetas del mundo del té.
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